En apariencia quizá penséis que es muy sencillo. Al menos en cuanto a planteamiento. La cosa es cambiar de color el dorso de las cartas ante nuestras narices sin que pillemos ripio. ¿Qué es algo que ya habéis visto hacer a Juan Tamariz?... bueno, así, a lo grande, quizá no; vedlo por vosotros mismos, el truco no es tan fácil, ¿o no hay truco? Prestad atención, sobre todo. [+/-] Ver Video...
Spoiler:
Vale, seguro que esto os ha traido a la memoria aquel otro video de los chicos vestidos de blanco y los chicos vestidos de negro que se pasaban el balón de basket, y donde la historia consistía en contar cuántos pases se daban entre sí. Recordareis que entre ellos se colaba un individuo disfrazado de gorila, que incuso se detenía a hacer gilipolleces (gorila que vemos aquí sentado en la silluca), y de cuya presencia simplemente no te percatabas al primer visionado. ¿Por qué? Por la distracción de atención. El principio de la magia de toda la vida. Fijas tu atención visual en algo muy concreto, precisamente porque pretendes desentrañarlo, lo que provoca una especie de ceguera selectiva sobre todo aquello (cambios sutiles al menos) que está al margen de ese proceso mental. ¿O alguien se dio cuenta de lo del vestuario, tapetes y cortinas antes de que mostrasen el making off? ¡Ja! ¡Pillados otra vez!