« Elvis está vivo, pero en una Galaxia muy muy lejana »
Hay ocasiones en las que las expresiones de frikismo nos pegan en la cara de manera brutal; hablo de esas frikadas que por su carga obsesiva no sabes si definir como geniales, absurdas o extremas, pero que en cualquier caso, primero te causan un ligero shock, pero poco después te hacen gracia, y es esto con lo que te quedas realmente. Entonces nace el ansia de mostrar a ese ser enfermo, o bien su loca pero brillante ocurrencia, a todo el mundo ("¡mira, mira, que tío más friki, la leche!").
Pues bien, esto me ha pasado el otro día cuando, ingenuo de mi, andaba trasteando tan tranquilamente en busca de tontadas frikis genéricas en los buscadores esos que todos conocemos. El hallazgo me causó tanto estupor y gracejo como el de aquel stormtrooper samurai, cuyo hábitat natural era el Comic-con de San Diego, del que había dejado testimonio por estos lares hace tiempo. Quizá a vosotros no os haga gracia la tontá, qué le vamos a hacer, pero a mi me dejó flasheado, con ansias de mostrarlo (sí, esto es un "¡mira, mira, que tío más friki, la leche!"). Este tipo es mi nuevo héroe.
Helo aquí:
Exacto amigos, los nuevos stormtrooper clon (clone strormtroopers, ya puestos a ser frikis) del Imperio han tomado como base los genes de un ancestral cantante apodado "El Rey del Rock" y nacido hace milenios en un planeta llamado Tupelo Mississippi. Como muchos afirmaban muy correctamente entonces, Elvis Aaron Presley no había muerto; estaba de parranda por la Galaxia; conoció en Coruscant a Darth Vader, con el que formó un efímero dueto de flamenco-fussion, al advertir la potencialidad de la profunda voz de walkie-talkie de Vader; realizaron una gira de poco éxito por el sistema Corellian y decidieron separarse. Pero años más tarde, Lord Vader cansado de los repetitivos clones de Jango Fett y una vez pacificado el Imperio, quiso darle a su ejército un nuevo aire para hacerlo popular entre la gente: necesitaba ritmo, tupés, pantalones de pata de elefante y capas de lamé. Llamó a su viejo amigo "El Rey", que malvivía cantando cada noche a cambio de chupitos en una hedionda tasca de Tatooine. A Elvis le gustó el tema, y además quedaron para hacer un revival del dúo, contratando una serie de conciertos de despedida por todo el Imperio. El resto es Historia.
Si todo esto no os ha hecho ni pizca de gracia, va a ser que sois totalmente ajenos e inmunes a cualquier manifestación de frikismo, pero ¿de veras es eso cierto?
Por cierto, Mr. Elvis Trooper tiene una página web donde podréis admirar un puñado de sus mejores ridículos actuaciones en público. El tipo lleva en la brecha desde 2003... y yo sin enterarme...
He aquí un juego flash de los llamados terapeúticos. Al menos tendrá ese efecto sobre tí si consigues ganarle por la mano al joputa molesto clip. Si no lo consigues seguirá en sus trece, todavía más cabrón irritante que antes, mostrándote reiterativamente cómo funcionan las cosas más simples en el Word, le pidas o no su opinión, haciendo cabriolas cliperas por doquier para distraer tu ya mermada atención y conseguir que te desquicies del todo.
Pues bien, si eres de esos que piensa que llegó la hora de callar al bocazas de Clippy, da un paso adelante y atrévete a hacerle frente (¡hay que intentarlo maldita sea!). Advierto que no es un reto fácil. Puedes acabar más enervado que al principio (asume que fue diseñado a conciencia y personalmente por Gates para sacar a la gente de sus casillas). Así que si vas a aventurarte asegúrate de rematarlo. Destroza al bastardo alambre sujetapapeles y échalo definitivamente del Office; dormirás más tranquilo y acabarán las pesadillas, por fin. Y no olvides que la ira es buena a veces.
Poco hay que decir acerca de Mr. Norris que no se haya dicho ya. Héroe legendario, poseedor del secreto del Chun Kuk Do, se dedica desde tiempos inmemoriales a hacer su propia y santa voluntad a base de terribles arranques de ira que lo devastan todo a su paso. Hay quien dice que nació una vez en Oklahoma, pero lo más probable es que su origen fuese espontáneo.
Para todas esas legiones de admiradores que pueblan el mundo ha llegado la hora de saborear qué se siente siendo Chuck Norris... fruto de esta insana admiración, unida al condimento inexcusable de añoranza ochentera, frikismo arcaico nintendero y desviación mental supina en general, ha sido la creación de este minijuego de ventana llamado "Super Chuck Norris Bros". Porque arrasar con todo en una fase del Super Mario es de lo poco que Chuck todavía no había podido hacer. [+/-] Seguir Leyendo...
Para aquellos pobres ignorantes que aún no conocen de las andanzas de Chuck daremos unas someras pinceladas aclaratorias antes de mostrar el juego. La ciencia histórica moderna ha llegado a la conclusión de que Chuck fue parte determinante en casi todos los aconteceres históricos de la Humanidad hasta el día de hoy. Sólo las envidias ocultaron el rastro de sus andanzas... Algo que poca gente conoce es que Chuck es en realidad el personaje central de la Biblia. Como no es nuestro fin extendernos, aportaremos únicamente unas estampas de época que lo sitúan en los pasajes más insignes, testimonios incontrovertibles para que los incrédulos crean.
Chuck llevó a cabo otras muchas epopeyas únicas, pero los ejemplos dados nos bastan ya para alcanzar a ver un poco del gigantesco brillo que cubre su mito. Loado seas Chuck.
Por todo ello, la emoción me embarga cuando tengo ante mi la posibilidad de meterme en su piel, castigando justamente a todo aquel que se pone delante del santo y rectilíneo camino de Chuck -que todo lo ve en su irascible designio-, gracias a este minijuego. Los champiñones, tortugas y bloques que tanto se atragantaban a Mario reciben ahora lo que merecen gracias al Altísimo Norris. Agénciate una recortada, una motosierra o un lanzallamas y haz Su Santa y Cruel Voluntad. Todo lo que moleste a Chuck será eliminado.
El jueguecillo cuenta, por desgracia, únicamente con una fase, suficiente eso sí para descargar adrenalina, y sus lo podéis descargar de aquí o de aquí (pesa 6 MB). Ni se os ocurra buscarlo en Google por lo que pueda suceder. Si habéis visto el enlace anterior sobre los rifirrafes de Chuck y Bruce Lee quizá os interese ver la batalla épica de "Way of the Dragon" en la que sólo Dios sabe el sufrimiento que Chuck experimentó teniendo que dejarse ganar... desde aquí mismo podéis acceder (sí, el Altísimo Chuck decidió afeitarse para que el mundo no supiese de su ignominiosa y fingida derrota). Y no puedo concluir este post sin ofreceros también el enlace a la frikipedia, para quien quiera ampliar sus conocimientos acerca de San Carlos Ray Norris. La visita es inexcusable.
Dejamos esto de postear allá por los primeros días del verano y retornamos cuando ya se ha asentado el otoño entre nosotros. Tres mesecillos y pico de parón obligado que concluyen con este post. Como tampoco es que gozemos de una cantidad ingente de lectores diarios pocas disculpas debo aportar. Hemos vuelto y nos proponemos quedarnos.
Le he estado dando algunas vueltas a qué tratar en este post de retorno y finalmente he llegado a la conclusión de que no merecía la pena haber perdido un minuto en ello. Lo que importa es seguir en la línea ya descrita; seguir acumulando capítulos y eslabones; descubriendo y sacando a la luz esas exageradas manifestaciones frikis que anegan nuestro mundo de principios del vertiginoso siglo XXI; aportando algo de sorpresa mediante la reseña de aquello que resulta curioso, llamativo, aberrante, cuando no directamente WTF!? u OMG; en fin, ofreciendo cosillas potencialmente risibles.
Dado que ha coincidido que estamos a una semana de Halloween, esa fiesta o celebración de origen céltico pero principalmente anglosajona, a la que nos hemos acostumbrado desde la tierna infancia a base de verla en las series y pelis americanas, hasta asimilarla como culturalmente propia, empezaremos con una manifestación friki/geek que atañe a uno de sus iconos más representativos. [+/-] Seguir Leyendo...
En USA es ocasión para disfrazarse de gañán macabro, ir de borrachera o de puerta en puerta repitiendo el cansino trick or treat, según la edad. Brujas, gatos negros y esqueletos por doquier adornan y señalan que estamos en la -presuntamente- lúgubre víspera del día de Todos Los Santos.
Y por supuesto, está la secular costumbre de vaciar a millares las típicas calabazas anaranjadas americanas -que el resto del año son repudiadas por propios y extraños-, hacer cienes de repuganantes tartas de calabaza con la pulpa, agarrar el cuchillo de cocina y trepanar febrilmente la corteza con el fin de dejarle unos ojos y una boca fantasmagóricos, y finalmente insertarle una vela en el interior, darlle lume y cerrar la calabaza con la redonda tapita que se había hecho alrededor del rabo para proceder a la evisceración. Et voilà, lamparita de Halloween al canto. Pero está visto que hasta lo más tradicional está amenazado por lo freak; a los geeks, starwarseros y nostálgicos ochenteros les ha llegado el turno de agarrar el cuchillo... ¿Hay, acaso, algún límite? Sólo los de su propia imaginación enfermiza... (conste que me molan mucho la estrella de la muerte y el R2D2... no les debió llevar tiempo ni nah...)
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